Kamiya Perry estaba en el asiento de pasajero de un Kia Forte 2015. Su hermano conducía el vehículo mientras viajaban por carretera a una reunión familiar en California. Su hermano intentó dar una vuelta en U, pero ocasionó un choque que hizo que su vehículo se volteara.
Las bolsas de aire, cuales están diseñadas para proteger a los pasajeros en estas situaciones, no se activaron. Como consecuencia Kamiya, de 23 años, sufrió una lesión cerebral traumática.
La familia Perry declara que esto fue lo que le sucedió a Kamiya en una demanda que se presentó en contra de KIA Motors por $2.5 millones.
DeAna Perry, su madre, le dijo a ABC15, “Ella no sabía nada sobre el accidente.” “Su idioma era muy diferente, hablaba diferente, su comportamiento cambio de manera drástica. […] Antes de esto, ella era ambiciosa. Ahora, ella requiere de mucha supervisión y actúa como una niña”.