Ford y Mazda emitieron advertencias urgentes de “No Conducir” para más de 457,000 vehículos equipados con airbags Takata. Los vehículos de Ford y Mazda cubiertos por la advertencia fueron previamente objeto de más de 20 llamados a revisión combinados, pero han permanecido sin reparar.
A los propietarios de Ford y Mazda se les ha indicado que NO lo conduzcan hasta que se complete la reparación y el airbag defectuoso sea seguro.
Hasta ahora, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras ha confirmado que los airbags Takata defectuosos causaron 27 muertes y 400 lesiones en los Estados Unidos. Las explosiones de Takata son causadas por el desglose del propelente PSAN en los infladores, lo que provoca que el propelente se queme demasiado rápido. La quema rápida del propelente creará más presión de la que el inflador está diseñado para soportar. Dado que se sabe que los airbags Takata que explotan envían metralla volando, incluso choques menores pueden resultar en lesiones graves o muerte.
Cuanto más envejece el airbag, mayor es el riesgo que representa para el conductor. Por eso, los propietarios de vehículos con años de modelo más antiguos deben ser muy cautelosos al conducir sus vehículos sin obtener una reparación.
Las advertencias de “No Conducir” de Ford y Mazda cubren los siguientes vehículos de Ford, Lincoln, Mercury y Mazda equipados con airbags Takata no desecados:
- 2004-2011 Ford Ranger
- 2005-2006 Ford GT
- 2005-2014 Ford Mustang
- 2005-2006 Ford GT
- 2006-2012 Ford Fusion
- 2006-2012 Lincoln MKZ/Zephyr
- 2006-2012 Mercury Milan
- 2007-2010 Ford Edge
- 2007-2010 Lincoln MKX
- 2004-2007 Mazda B-Series
- 2003-2013 Mazda6
- 2006-2007 MazdaSpeed6
- 2004-2011 Mazda RX-8
- 2004-2006 Mazda MPV
- 2007-2012 Mazda CX-7
- 2007-2015 Mazda CX-9
En total, 374,290 vehículos de Ford y 82,893 vehículos de Mazda están cubiertos por la advertencia de “No Conducir”. Ford había llamado anteriormente a revisión aproximadamente tres millones de vehículos con airbags Takata, una retiro que se había predicho que costaría $610 millones. Ford había intentado eludir un retiro tan masiva alegando que los bolsas de aire Takata llenos de desecante (que no son los mismos que los airbags cubiertos bajo la última advertencia de No Conducir) absorben suficiente humedad.
Otros tipos de airbags y fabricantes, como ZF-TRW y ARC Automotive enfrentan acusaciones similares de explosiones y riesgo para los conductores.
Después de que la epidemia de airbags Takata llevó a Takata a la bancarrota, Joyson Safety Systems tomó el control de la empresa. Joyson investigó un informe de un denunciante sobre los datos falsificados de Takata en inspecciones de cinturones de seguridad, que afectaron al menos a 12 fabricantes de automóviles.
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