Bosch, una empresa de ingeniería alemana le suministró un programa a Volkswagen que permitía hacer trampa durante las pruebas de emisiones, con una multa con poco más de $100 en el escándalo de “Dieselgate” de Volkswagen 2015. Ahora, Bosch es un objetivo en una demanda colectiva contra Ford.
La demanda que se presentó en enero de 2018 acusó a Ford de fabricar motores diésel que hacían trampa en las pruebas de emisiones con la ayuda de “dispositivos ” suministrados por Bosch.
La demanda alegaba que Ford instaló dispositivos de trampa en sus camionetas F-250 y F-350 Super Duty 2011-2017. Los dispositivos contienen un programa que cierra los controles de contaminación en el motor diésel Power Stroke de 6.7 litros cuando se completan las pruebas de emisiones.
Los motores dentro de los camiones pasaron las pruebas de emisiones federales y estatales, pero en cuanto los condujeron por la carretera, contaminaron hasta 50 veces el límite legal.
“Bosch toma muy en serio las acusaciones de manipulación del software diésel”, dijo la portavoz de Bosch, Alissa Cleland, en un comunicado a Detroit Free Press. “Es un hecho muy conocido que estas acusaciones siguen siendo objeto de investigaciones y litigios civiles que involucran a Bosch. Bosch está cooperando con la investigación continua en varias jurisdicciones y está defendiendo su interés en el litigio”.
Fuente: Detroit Free Press